Tarde soleada de otoño en la Florida bonaerense. Después de elucubrar acerca de las distintas líneas de colectivo que podían llevarla a destino: que la 152, no mejor el 161, ¿y el tren que sale de Carranza no me dejará cerca? Finalmente Raquel optó por el taxi y lo sintió como un fracaso, pero quería estar temprano.
Los hermanos marroquíes Pol y Dani y su madre yugoslava Ana María acudieron en un renault clio color azul oscuro, que al final de la juntada Guille elogió porque tenía 5 puertas.
Los demás tardaron mucho, como haciendose desear. Los anfitriones Guille y sus gatos fueron muy hospitalarios, pero había una gata blanca con manchas marroncitas de 20 años echada en la puerta de entrada, que no se oponía al ingreso de los visitantes, pero lo dificultaba.
Ya había chipás, coquitos, papas fritas y 2 mates funcionando, cuando arribó la quinta, portando un look muy intelectual, la Pepa Carbón; siguió el arquitecto racinguista y bragadense Fer y por último la sonriente Lucía, la más nueva del grupo. Cristian que alegó haberse quedado varado en una reunión familiar nunca llegó. Éramos 8 los que evocaríamos a Aurora Venturini.
Podríamos haber sido más, pero Nachito se pescó la peste covideana y debió permanecer aislado en su depto de Villa Raffo. Quiso estar presente de todas formas y envió audios con su parecer de "Las primas".
"¡No puedo creer que esté contando semejantes cosas con tanta liviandad! Rompe con los modelos tradicionales de escritura. La religión, la hipocresía de la iglesia católica: la descripción del canelón. La novela es desopilante, cargada de ironía. Se puede laburar ESI (Educación Sexual Integral) con esta obra". Éstas fueron algunas de las ideas que esbozó el generalista punk en sus audios, sponsoreados por movistar.
En la casa de Guille, fue Raquel la que arrancó hablando de Aurora y su vida, en vez de empezar por Yuna y la novela. ¿O será que la novela es tan autobiográfica que Aurora y Yuna se confunden? Aurora conoció a Eva Perón a través de la esposa de Mercante, quien fue gobernador de la provincia de Buenos Aires durante la primera presidencia de Perón. La escritora había nacido en la ciudad de La Plata, se fue a vivir sola a los 19 años, época en la que tuvo un amorío con un médico casado. Después estuvo casada 2 veces con hombres poderosos y de derecha, uno de ellos un juez. Estudió filosofía, psicología y fue docente, además de escritora. Aunque Aurora decía de sí misma, que era inútil para todo, salvo para escribir, algo parecido a lo que le pasaba a Yuna con la pintura.
La novela trata de una familia disfuncional. Pero también se mete con otros temas ríspidos y de mucha actualidad como son el abuso sexual, el aborto y la discapacidad. El clima que rodea la historia de Yuna y Petra, desde el inicio al final, es el de perversión, naturalizado por la narradora Yuna.
Es novedosa la forma en que está contada y escrita la obra, sin puntuación. La narradora con la ayuda del diccionario va mejorando su vocabulario y la lectura se torna más fluida a medida que avanza. A Yuna poner "puntos y comas" le genera ansiedad. Ella escribe como piensa.
A Pepa, la más letrada de todos nosotros, esta escritura la remitió a el fluir de la conciencia de James Joyce en su "Ulises".
Impactó a los lectores cómo Yuna se refiere a su hermana Betina, con odio y desprecio. Betina se moviliza en silla de ruedas, sólo alcanzó el tercer grado de una escuela especial, se tira pedos y eructos y hace sus necesidades a través de un agujero colocado en el espaldar de la silla. Yuna en su mente de niña, asocia el alma con una sábana blanca, que se va manchando a lo largo de la vida. Cuando ve que una colita de sábana se escurre desde la silla de ruedas de Betina, interpreta que su hermana la está perdiendo.
A Fer, el arquitecto del grupo, que habla poco -como los sabios- pero cuando lo hace hay que escucharlo, la relación de Yuna y Betina le hizo rememorar el cuento "Después del almuerzo" de Cortázar, en el que el narrador es un niño que es obligado por sus padres a salir a pasear con un miembro de la familia, que podría tratarse de un ser fantástico, un monstruo, una mascota o un hermano menor.
El bragadense también asoció la familia de Yuna a la de Aureliano Buendía de "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez.
Es muy interesante la trayectoria que hacen dos de los personajes de la novela: la tía Nene y la mamá de Yuna y Betina. La tía Nene que "por falta de educación sexual" todavía era virgen, a pesar de haber tenido 800 novios y haber estado casada; es la que lleva a Carina a abortar clandestinamente, como si fuera un trámite y no siente culpa cuando muere su sobrina consecuencia del aborto; pero sí se le desgarra el alma y enloquece cuando fallece su madre, abuela de Yuna, Betina,Petra y Carina, a la cual adoraba y con quien vivía; tía Nene menosprecia las obras que Yuna pinta y compadece a su hermana por tener dos hijas idiotas; termina desnucándose al resbalar con una flor que no le gustaba: "alegría del hogar".
La mamá de Yuna era maestra de puntero y guardapolvo blanco y pretendía controlar todo a punterazos. Termina muda y mirando al vacío después de permitir el ingreso a la casa del profesor de bellas artes de Yuna, quien es el que abusa y embaraza a Betina.
Yuna y Petra, la prostituta liliputiense, son las primas que están unidas por la desgracia y el espanto. Son las que guardan el secreto de la venganza de Carina: el asesinato escatológico del vecino papero; las que "hacen justicia" instigando al profesor para que se case con Betina y las que escapan juntas de esa casa, esa familia y sus atrocidades.
Ninguno de los presentes supo interpretar el final, si Petra usa a Yuna, viceverza, o cada una decide seguir su camino por separado. Lo que sí queda como certeza es que fueron las primas, las únicas dos de esa familia, que pudieron resistir, emerger y seguir adelante. Y en ocasiones, para seguir adelante hay que olvidar.
"Y pasó diciembre, enero, febrero, en marzo comencé las clases. Me sentía recién nacida, conseguí nivelarme, exponer, viajar.
Borré. Borré. Borré todo.
Una enorme melancolía invadió mis pinturas y las valorizó porque la gente al verse reflejada en la pena puede consolarse algo.
Supe que Betina había fallecido y que el profesor a causa de la existencia miserable exigida de cuidar a la enferma no salía de la casa y recordé que la casa era mía, por herencia, pero también lo olvidé".
Kelonius Monk, 15 de mayo de 2022